ÓMICRON Y NUESTRO SERVICIO EN AUTOMÁTICO
Por: Fanny Reyes
Sábado por la tarde, en mi iglesia empezábamos así nuestros servicio, luego el domingo 3 reuniones seguidas y después, una deliciosa comida con amigos.
Así fue una gran temporada de mi vida durante la universidad, aunque se escucha cansado y hasta insano, entendí que era la temporada para eso y realmente lo disfrutaba y amaba.
Después tuve novio (mi ahora esposo) quien solo podía visitarme los fines, 😨 así que acepté con gusto la nueva temporada de servir cada 15 días; luego llegó pandemia. A todos nos dieron banca; pero a la vez estaba por venir nuestra boda y su correspondiente planeación. 😍
Fue hasta este punto decidí tomarme un break del servicio.
Para quienes han llevado una vida eclesiástica similar de alta auto-demanda en el servicio, los tiempos de “break” son raaaros.
Ahora estamos en tiempos de Ómicron y ustedes me entenderán cuando digo que ‘parece ser de opinión personal’ cuidarte o no. Así pues, mi esposo y yo decidimos cuidarnos y evitar la muchedumbre.
Hasta aquí todo ok.
…Hasta hace una semana:
Eran las 4 am y yo sin sueño, tenía trabajo al siguiente día 😩; decidí pasar tiempo con Dios.
Leía lo que me tocaba ese día, y un poco (mucho) más. Nehemias y Hechos, o sea, la reconstrucción del templo y la inauguración de la iglesia.
Al final terminé avergonzada, preguntándole a Dios si era él diciéndome que debo regresar a edificar el reino literalmente, es decir, regresando a servir a mi iglesia.
(No les conte pero mi trabajo se trata de ir a bodas a tomar fotos 😍)
Es aquí donde todo cobró sentido. Me asignaron un lugar para cenar, allí estaban 2 parejas: los pastores y otra pareja que no conocía.
Los pastores se fueron pronto, asi que me quedé con la otra pareja, y como eran desconocidos, qué más da desahogarte. Les conté lo que había leído esa madrugada y de mi culpa revelada, parecían entenderme pero no sabía qué tan bien.
Les conté que aunque no estaba yendo a la iglesia, mi esposo y yo estábamos enfocandonos en forjar nuestras bases, haciendo hábito esto de leer la biblia juntos, orar juntos y adorar juntos.
Le dije a esta pareja: la biblia no habla de qué hacer en estos casos de covid… y el esposo después de un momento dijo -de hecho sí. Aún sin saber lo que diría, mi corazón saltó y sintió alivio
-dígame ya, buen hombre 😭! -pensé 😄
Y respondió con Juan 4
21-Créeme, querida mujer, que se acerca el tiempo en que no tendrá importancia si se adora al Padre en este monte o en Jerusalén. (…) 23 Pero se acerca el tiempo—de hecho, ya ha llegado—cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera. 24 Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad. 🤯
LO ENTENDÍ TODO.
Amo, de verdad me conmueven cómo Dios nos ama. Ese día no me dejó en vergüenza, solo me respondió con el recordatorio de que quería mi corazón de vuelta a la adoración, donde quiera que sea.
Como lo prometí en mis votos, ahora mi esposo sería mi primer ministerio, edificar la iglesia en casa es lo que me toca ahora.
Y saben qué, es también una temporada, sé que vendrá el tiempo de salir y reconstruir el templo, porque si con algo la biblia sí es literal, es con el mandato de no dejar de congregarnos, soy de la firme creencia que nuestro crecimiento espiritual no es completo sin la comunión de los santos, pero como dijo Salomon “hay tiempo para todo”.
Pidamos a Dios sabiduría para ser entendidos en los tiempos que estamos viviendo para saber qué nos toca hacer en este punto porque sea como sea, hay un plan más grande que nosotros mismos y del cual somos parte.